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03Oct

CG XXIV – Comunidades misioneras proféticas, Mornese en salida

Las Capitulares continúan tejiendo redes de vida y de comunión y empiezan la jornada alabando al Señor por la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en los 5 Continentes. Es tiempo de opciones, para que el Instituto FMA con muchas caras y mil matices, viva el  servicio a los jóvenes y a los más pobres revitalizando el compromiso de ser comunidades misioneras generativas del amor de Dios.

Sor Marta Riccioli, Inspectora de la Inspectoría argentina S. Francisco Javier (ABB) presenta el tema del 3º Nucleo Comunidades Misioneras Proféticas. La invitación a dejarse interpelar por la fuerza creadora y audaz del Espíritu Santo, “nos pone en salida y nos empuja a ser anunciadoras del Evangelio, con renovado ardor y con la pasión por el Reino de nuestras primeras FMA misioneras”

Al profundizar la Palabra, sor Marta llama la atención sobre los Signos de los Tiempos que se abren a nuevos brotes de Vida para significar las Comunidades Educativas en salida misionera.

Para ser Comunidades Proféticas Misioneras partimos de una convicción que se hace vida. Nuestra profecía no consiste tanto en predecir el futuro que no llega, sino en vivir con profundidad en el presente, con una atención particular a los signos de los tiempos.

Si vivimos con profundidad el presente y ejercitamos la docilidad como actitud permanente, podremos descubrir las intuiciones que el Espíritu Santo suscita en nosotras, para dejarnos sorprender por los brotes de vida presentes en la realidad. Ser fieles al presente, como lo han sido los profetas de todo tiempo, significa estar atentos al momento histórico con todas sus tensiones y contradicciones.

“Para cada discernimiento en nuestras Comunidades Educativas, hace falta partir de la verdad de la realidad, porque la realidad prevalece siempre sobre las ideas (Papa Francisco. Esortazione Apostolica Evangelii Gaudium, n.231-233).

Cuando María presenta la falta de vino en Caná, ella se encarna profundamente en la realidad, en aquel presente de la boda, y es esto propiamente lo que hace posible el signo de Jesús y su acción en la historia. Es la mirada profundamente encarnada como la de María en el presente y en la realidad el punto de partida de todo discernimiento. El Papa Francisco, apoyado en la coherencia de su testimonio de vida y de fe, se hace luz y sabiduría para orientarnos en los signos de los tiempos, que abren brotes de vida nueva”.

En el centro de la experiencia capitular se está desarrollando una red de vida, creativa y transformadora, en la cual, como María, las Capitulares están atentas a las llamadas de Dios que sorprenden e interpelan al Instituto FMA para construir comunidades proféticas y misioneras en el corazón de la Contemporaneidad.