La Casa de Familia Laura Vicuña de Caldas de Reis (Pontevedra) es un hogar donde conviven niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo y tutelados por la Xunta de Galicia. También cuenta con un programa de atención de día en el que cubre las necesidades de los niños y familias en situación vulnerable en horario diurno. Desde la Casa, nos envían ecos de como está siendo el verano para ellos.
En cualquier familia con niños, la llegada del verano significa cambios; acaban las clases, cambian las rutinas, los horarios y llega el momento de disfrutar del merecido descanso. Como no podía ser menos, en una familia numerosa como es nuestra casa de familia, la palabra verano es sinónimo de actividades, salidas, playa, piscina… pero también de nueva organización y cambios de rutinas.
Durante estos dos meses de verano hubo tiempo para todo; para de ir de campamento, para hacer excursiones, para ir a la playa, para ir a la piscina, para disfrutar de las fiestas patronales de Caldas y de los pueblos de alrededor y cuando se ha podido, pasar días con las familias de origen. Incluso hubo tiempo para repasar y estudiar y así no nos cueste tanto la vuelta al cole.
El mes de julio empezó fuerte. La Casa necesitaba unos arreglos y ponerse aún más bonita, así que se programó una semana de actividades con los niños para evitar estar en casa por el día. ¡Y ellos encantados!: excursión a A Coruña para visitar La Casa de las Ciencias, La Domus y el Acuario, visita al parque acuático de Cerceda, un scape room en Santiago de Compostela, playa en Borio y en la Illa de Arousa… Aunque acabamos agotados, mereció mucho la pena compartir la Vida entre nosotros.
Ocho de los quince niños que atendemos han participado en campamentos de verano organizados por la Xunta de Galicia: son actividades muy demandadas por ellos porque tienen la oportunidad de cambiar de ambiente y conocer nuevos amigos de otras partes de Galicia.
El verano también es tiempo de disfrutar con los amigos, salir y participar en las actividades que se realizan en el pueblo por las fiestas de agosto… Se pretende que nuestros niños normalicen su vida lo máximo posible y realicen las mismas actividades que hacen los niños de su edad. Y como no, disfrutar de la piscina. Gracias al espacio que la comunidad del colegio La Encarnación nos cede y donde tenemos instalada la piscina, las tardes se nos hacen más amenas y sobre todo ¡refrescantes!
El verano empezó con dos nuevas incorporaciones a nuestro programa de atención de día y acaba con la despedida de dos hermanas que viven en la casa y que se van con una familia de acogida. Son momentos de despedidas, de echar de menos…pero felices por la nueva vida que les espera.
Solo queda agradecer al equipo educativo su disponibilidad, flexibilidad y creatividad para adaptarse a los cambios, algo tan fundamental en esta casa. Cuando la vocación que impera es acompañar en el camino de la vida a nuestros niños, todo resulta más fácil.
Ana Belén Juan González
Directora de la Casa de Familia Laura Vicuña