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16Feb

Hace 150 años… 17 febrero 1872

La fecha del 17 de febrero de 1872  recuerda una circunstancia importante en el camino hacia la Fundación del Instituto FMA, cuyo 150 aniversario se celebra el 5 de agosto de 2022. Sor Piera Cavaglià, Secretaria General emérita, extrae la historia de una fuente manuscrita de Don Domenico Pestarino.

En ese año, 1872, no se pudo realizar la reunión anual de los Directores Salesianos en la fiesta de San Francisco de Sales en Turín, porque Don Bosco todavía estaba enfermo en Varazze, en la provincia de Savona, en Liguria. Regresó a Valdocco el 15 de febrero y dos días después, el 17 de febrero, convocó a todos los Directores de las comunidades salesianas. Entre ellos se encontraba también el Director de la Casa de Mornese. Por primera vez, Don Pestarino entregó a Don Bosco, a los directores y a todos los hermanos de la casa de Valdocco un informe sobre el futuro Instituto de las FMA.

Don Pestarino, con su precisión característica, anota el encuentro que tuvo con Don Bosco en junio de 1871. Don Bosco «en conversación privada» le había expresado su determinación de fundar un instituto religioso femenino» para la educación cristiana de las niñas del pueblo y declaró que Mornese era el lugar más adecuado para este Instituto «por la salubridad del aire y por el espíritu religioso que allí reina”. Además, él veía con esperanza el grupo de las Hijas de la Inmaculada, del cual se podrían escoger aquellas que estuvieran dispuestas a iniciar el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.

En ese informe Don Pestarino precisó lo siguiente:

“Cabe señalar que dos de las mismas Hijas de la Inmaculada, María Mazzarello y Petronila, con el consentimiento del P. Pestarino y sin prever nada de la idea de D. Bosco, desde hacía cuatro o cinco años habían comenzado a vivir en común; a éstas se unieron mano a mano Teresa Pampuro, Catterina Mazzarello, Felicina Mazzarello, Giovannina Ferrettino, y las jóvenes Rosina Mazzarello (Baroni), Maria Grosso, Corinna Arrigotti”. Estas jóvenes mornesinas y algunas niñas, acogidas en la Comunidad como internas, se convertirán todas en Hijas de María Auxiliadora. D. Pestarino contaba aún que como Don Bosco concluyó aquel encuentro con estas palabras:

“Iré a Mornese y juntos firmaremos juntos la gran promesa de vivir y morir trabajando por el Señor bajo el hermoso nombre de María Auxiliadora” (Cronohistoria I 281).

Aquel día Don Pestarino volvió de Turín a Mornese con un regalo para las Hijas de la Inmaculada: les compró un cuadro con una bella imagen de María Auxiliadora. Petronila la recordaba bien: «tendría un metro o poco más de altura, era bellísima y representaba a la Virgen con el Niño Jesús», la colocaron en la capilla del colegio en construcción y fue para todas signo de alegría y confianza para todas (Cf Cronohistoria I 235).

María Auxiliadora ya estaba allí, en la futura primera casa del Instituto, esperando a sus hijas. ¡Ella abriría el camino y suavizaría cualquier dificultad!