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19Ene

Protagonistas de la Mesa de Infancia de nuestro distrito

El Proyecto Trampolín de la Fundación Valsé en la casa de Emilio Ferrari de Madrid tiene el encargo de liderar la puesta en marcha en nuestro distrito de Ciudad Lineal la Mesa de infancia, para ello quisimos tras las vuelta de vacaciones hacer una recogida de necesidades del distrito y de las familias que viven en él desde la mirada de los niños y niñas que participan en el proyecto.

La palabra participación, en nuestro contexto educativo, indica aquellas situaciones en las que los niños, adolescentes y jóvenes pueden expresar de forma positiva y constructiva sus puntos de vista. Por lo que promover procesos participativos ha de significar implicarles activamente en las decisiones que afectan a sus vidas y su entorno más cercano, la familia, la escuela, el barrio… haciendo crecer en ellos la conciencia de que es posible incidir en la realidad.

La dinámica fue presentada a los menores como una lista de deseos en la que deberían añadir cualquier necesidad que querrían cambiar. El planteamiento inicial era que cada menor pensaría tres necesidades a nivel individual, para así después, al compartirlas con sus compañeros/as, diera como resultado final una lista de deseos unánime. La lista del grupo más pequeño, en las edades comprendidas entre 6 y 9 años, señalaron desde deseos materiales concluyó de la siguiente manera:

  • Play 5, mansión, auriculares,
  • tener muchos juguetes
  • Que acabe el covid, paz mundial
  • Dinero, una casa más grande y unas cartas de poker
  • Dinero, ser policía y ser mayor
  • Dinero, play infinita y una familia con salud
  • Perro bonito, una piscina y amor
  • Ver a Papá Noel, que mi familia no se contagie y ver al Ratoncito Pérez
  • Una casa más cerca del cole, ser feliz y dinero

Una vez hecha la puesta en común, los deseos fueron eliminando lo más material y quedándose con sus sueños (ser mayor, ser policía), otros relacionados con sus necesidades afectivas (ser feliz, amor), dejando entrever sus condiciones de vida (una casa cerca del cole) y la preocupación por la salud (acabar con el Covid, que la familia no se contagie) y por la paz mundial.

En cuanto a la lista de deseos del segundo grupo de primaria, con edades entre los 9 a los 12 años, las necesidades que tras la puesta en común finalmente fueron elegidas deja entrever que estas son mucho más marcadas por al realidad que viven en su día a día. Necesidades realacionadas con sus condiciones de vida que marcan su día a día (casa propia, habitación individual, cama propia, cohesión familiar), con la situación laboral de las familias (mejores trabajos, salarios dignos, horarios compatibles con la vida familiar). como en el grupo anterior la pandemia que estamos viviendo incide en sus preocupaciones pues expresan la preocupación por la salud familiar, pero también niños y niñas se preocupan ya por su futuro profesional.

En esta apuesta por la participación infantil y su incidencia en el barrio también les preguntamos por las necesidades a nivel de barrio/distrito y así se expresaron: Mejora de recursos educativos. ascensor en casas y metros, más higiene en el barrio, cercanía de servicios (médico, colegio…), más seguridad en el barrio.

Para concluir, las educadoras ofrecieron estas listas de deseos a la psicóloga del proyecto, para que ella, pudiera darle un enfoque psicosocial a los deseos de los y las participantes de primaria. Como conclusiones finales se pueden extraer que los y las menores sienten una gran preocupación por el ambiente donde viven, describiéndolo como inseguro, así como la preocupación por la pandemia de la Covid-19 unida a la necesidad de un mayor bienestar psicológico y por último la preocupación por las condiciones de vida en ámbito familiar, socioeconómico y de salud.

Estamos convencidas de que activar procesos participativos no es una simple metodología sino una herramienta de empoderamiento, una forma de hacer crecer en los niños, adolescentes y jóvenes la posibilidad y, sobre todo, la necesidad de ser protagonistas de sus propias decisiones, de convertirlos en actores sociales y no meros espectadores de una realidad que a menudo no les gusta o no les inspira esperanza en el futuro. Se trata por lo tanto de una forma de educar a una ciudadanía activa, de un modo de formar “honrados ciudadanos” tal como quería Don Bosco, educar a nuestros jóvenes con un criterio de participación orientando al bien común, razón de ser y fin de la vida política.

Equipo educativo Proyecto Trampolín

Fundación Valsé – Emilio Ferrari