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06Ago

Rocío y María ya son Hijas de María Auxiliadora

El jueves 5 de agosto hemos vivido con gozo la primera profesión de María Sánchez y Rocío Torrado tras dos años intentos de noviciado en Roma. Junto a ellas otras jóvenes de Polonia  e Italia, que han compartido con ellas este tiempo de formación en estos días también hacen sus primeros votos en nuestro Instituto cuando  inicia un año de celebración por los 150 años de fundación del Instituto.

Con gozo y gratitud al Señor que sigue llamando a jóvenes valientes generosas que quieren vivir con «radicalidad la bienaventuranzas del Reino», acompañamos a María y Rocío en este significativo paso. La situación de pandemia ha impedido que muchas otras hermanas y seglares participaran en la Eucaristía pero han podido vivirla gracias a la transmisión directa de la misma por la redes sociales de la Inspectoría.

Don Fernando García, inspector salesiano (SSM), quien presidió la celebración, en su homilía  invitó a todos los asistentes a vivir con intensidad este día.

Un día para recorar la propia historia vocacional, un ndía para hacer memoria y encarnar el espíritu  de Mornese en cada una de nuestras comunidades. ¡Cuánto necesitamos encarnar hoy el carisma de los orígenes!

Recordando palabras del Papa Francisco con motivo del año de la Vida Consagrada, ninvitó a las uevas profesas a que allí donde estén haya siempre alegría. Alegría que para Don Bosco era ascesis que transmite esperanza más que optimismo.

Sin Jesús es imposible que seamos capaces de llevar adelante una misión que supera nuestra capacidad. No podemos vivir con radicalidad de la bienaventuranzas si no contamos con la fuerza que nos da el Señor que camina con nosotros.

Tras la homilía, con serenidad y aplomo, ambas han leído la fórmula de la profesión, dando razón de la libertad y voluntad de donarse a Dios y a los hermanos. Sor María del Rosario García, inspectora, ha acogido su svotos como delegada de Madre General, y dos hermanas perpetuas, S. Amparo Sánchez y S. Josefa Revilla, han hecho de testigos.

Un fuerte aplauso de la asamblea ha expresado la alegría y la gratitud al Señor  por estas nuevas hermanas que nos ofrece, regalo de Dios para los niños y jóvenes.

Desde ahora en adelante viviremos juntas una más interna comunión de vida y un generoso compromiso de entrega a las jóvenes y a los jóvenes en la caridad de Cristo (Rito de la profesión).