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21Nov

XXV Curso de Formación Misionera Permanente en la Universidad Pontificia Salesiana

Del 9 de octubre al 10 de noviembre se ha celebrado el XXV Curso de Formación Misionera Permanente en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma (Italia). Una experiencia carismática en la que han participado 12 Hijas de María Auxiliadora (FMA) de todo el mundo, 2 religiosas que pertenecen a la FASA, 18 salesianos (SDB) y un diocesano.

Las Hijas de María Auxiliadora participantes fueron acogidas en la Comunidad María Auxiliadora de la Casa Generalicia de Roma. Además, pudieron vivir otros encuentros y momentos formativos y carismáticos, organizados por el Sector Misionero, se reunieron con las consejeras y coordinadoras de los distintos Ámbitos y, el 9 de noviembre, se encontraron con la Superiora general del Instituto FMA, Madre Chiara Cazzuola.

Madre Chiara comenzó su discurso a las hermanas animándolas a centrarse en la pasión misionera que caracterizó a los fundadores:

“Las palabras de Madre Mazzarello nos invitan a ser esenciales en la vida, recordándonos que es necesario ‘aprender a amar al Señor’ y esto requiere un camino constante, pero también claridad de perspectiva. Si hemos concentrado nuestra expectativas y esperanzas en el ´Señor, lo encontramos como centro y sentido profundo de nuestra existencia. (…) Nuestros Fundadores vivieron constantemente como buscadores de Dios y profundamente arraigados en Cristo. Centrados en Él, como la vid y los sarmientos, fueron capaces de vivir la radicalidad absoluta del cetera tolle, de convertirse en instrumentos de salvación., manifestación del Amor misericordioso para los jóvenes de su tiempo”.

El espíritu de familia tan rico vivido en la Casa Generalicia; la solidaridad, fraternidad y la convivencia en el Curso de Formación Misionera Permanente con los salesianos y los demás participantes les permitió profundizar en la vocación a la vida misionera ad gentes, a “reavivar el fuego” y la pasión del da mihi animas caetera tolle y de ser FMA educadoras y misioneras de los jóvenes.

En este tiempo, fue muy enriquecedor la visita a la Comunidad de Sant’Egidio, la peregrinación tras la huellas de San Pablo en Roma, la peregrinación a Asís tras las huellas de San Francisco y la posibilidad de vivir un momento de fraternidad y convivencia con las Consejeras generales y la Madre General. Este último encuentro les permitió revivir el espíritu de una gran familia que vive y lucha en diferentes contextos en todo el mundo desde el inicio de la Congregación y de las primeras misioneras FMA, el 14 de noviembre de 1877.

Madre Chiara, recordando los orígenes carismáticos:

“En Mornese todas las FMA querían ser misioneras y muchas se planteaban la pregunta, empezando por la Madre. Dirigiéndose al director general D. Juan Cagliero, María Doménica expresó su deseo: ‘Ahora escucha lo que quiero decirte, agárrate a mí, pero ¿lo sabes realmente? Un lugar en América. Es verdad que no soy buena para nada, pero sé hacer polenta, y luego tendré cuidado con la ropa para que no gaste mucho jabón; y si quieres aprenderé a cocinar un poco, en fin haré todo lo posible para hacerlos felices, con tal de que me dejen ir” (L 6,11).

Los participantes en el curso expresan su agradecimiento al Instituto y a las provincias por haberles dado la oportunidad de vivir este tiempo de gracia, particularmente formativo, en el que alimentar el sentido de pertenencia al Instituto.

Al compartir el sueño de nuestros fundadores estamos llamados a redescubrir con aún más entusiasmo y responsabilidad el significado de “caminar juntos” como comunidad educativa, con los jóvenes, para darles motivos de esperanza, de alegría y despertar en ellos el significado de una vida entregada por amor, el sentido del espíritu misionero, de ser protagonista del cambio y de una sociedad más justa y fraterna”.

¡Gracias, Señor, por el don del carisma y una Familia Salesiana que crece en favor de la misión por los más pobres en todo el mundo!

Reyes Ruiz-Mateos Letrán