El Proyecto Aitana cumple 25 años al lado de las mujeres migrantes
La Casa de las Salesianas en Valencia acogió, el pasado 12 de diciembre, la celebración del 25.º aniversario del Proyecto Aitana. 25 años de compromiso por la mujer migrante e inmigrante, proporcionándole una formación sólida como ayuda en la mejora de su situación personal y familiar, y en la preparación para afrontar su integración en la sociedad, con un puesto de trabajo digno.
En los actos conmemorativos participaron miembros de los diferentes ámbitos representativos de la sociedad y de la Familia Salesiana. En representación del Ayuntamiento de Valencia asistió D. Carlos Mundina, concejal del Área de Mejora climática y Gestión del Agua. Sor Rosario Ten, provincial de las Salesianas en España, y miembros de su Consejo provincial representaron al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. También asistieron representantes de la Fundación María Auxiliadora, a la que pertenece el Proyecto Aitana actualmente. Así mismo, no faltaron miembros de las distintas ramas de la Familia Salesiana: salesianos de Don Bosco, Asociación de María Auxiliadora (ADMA), Asociación de Exalumnas y Exalumnos del Colegio de las Salesianas y representantes de los proyectos que la Fundación María Auxiliadora tiene en el barrio (El Gua y Alçat).
El protagonismo de la tarde lo tuvieron las fundadoras del Proyecto Aitana, exalumnas de las salesianas y miembros de ADMA que, junto con las Hijas de María Auxiliadora y las voluntarias de estos 25 años, han animado y llevado adelante una empresa de hondo calado social y cristiano, donde los valores salesianos de Don Bosco y Madre Mazzarello han sido y son los inspiradores de la obra, testimoniados con un compromiso fiel, constante y renovado.
Eucaristía de acción de gracias
Los actos se iniciaron con la celebración de la Eucaristía en la capilla del colegio: una acción de gracias a Dios por su presencia y guía amorosa en estos años, donde el Auxilio de María ha sido constante en medio de las vicisitudes que se han presentado. Estuvo presidida por el director de los salesianos de San Antonio Abad, don Santiago Muñoz Sanahuja, y concelebrada por don Francisco Córcoles, párroco de san Antonio Abad. En la homilía, el celebrante ofreció una reflexión preciosa, comparando Aitana con algunos versículos del salmo responsorial del día: como un árbol plantado al borde de la acequia, que da fruto en su sazón, sus hojas no se marchitan y cuanto emprende tiene buen fin (Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6).
Dña. Amparo Grancha, una de las fundadoras e impulsoras del proyecto, dirigió la participación en los diferentes momentos de la celebración: lecturas, peticiones y ofrendas. Los cantos, a cargo de un sencillo, pero potente coro, animó la celebración. Se destacó la presencia de la joven Candela Tamarit Fernández de Velasco, interpretando al violoncelo, con serena maestría, dos fragmentos musicales en el momento de la consagración y la comunión.
La celebración continuó en el salón de actos. Dña. Pepa Pérez, una de las primeras fundadoras e impulsoras del proyecto, moderó el acto, ofreciendo la palabra a cuantos intervinieron. La primera, sor Paloma Bravo, directora de la Casa de las Salesianas de Valencia. Saludó y con palabras acogedoras dio la bienvenida al acto a todos los participantes, resaltando el valor y el sentido que, en la Casa salesiana, tiene un proyecto tan solidario y salesiano como el de Aitana.
A continuación, intervino Dña. Irene Grancha, propulsora y fundadora del Proyecto junto con la Comunidad de las Salesianas y actualmente Coordinadora de Aitana. Trazó la historia del proyecto desde sus inicios, con sus vicisitudes, logros y dificultades hasta llegar a su residencia actual, propiedad de las Salesianas. Con su palabra sencilla, fraterna y resuelta, mostró el itinerario del proyecto como una obra llevada adelante gracias al auxilio de María y a la participación de tantos miembros de la Familia Salesiana. Tuvo un recuerdo agradecido por D. Vicente Pons, actualmente delegado episcopal para los Bienes culturales e Histórico-Artísticos, como fundador y colaborador importante, no sólo en los inicios, como vicario de la parroquia de San Dionisio de Valencia, sino también a lo largo de estos 25 años.
Seguidamente, D. Francisco Fenoll Puchades, Director de la Fundación María Auxiliadora en la Comunidad Valencia, habló de la recién entrada del Proyecto Aitana en la entidad y de las expectativas positivas de la misma para ambas partes, recordando el alcance y el significado de la fundación en la Comunidad Valenciana, especialmente en el ámbito de la educación de los niños y jóvenes de familias con perfiles vulnerables.
Testimonios
Tres testimonios colmaron de emoción a los participantes. El primero fue el de Dña. Ana Gasparyan, de Armenia, participante en el curso en sus inicios; narró cómo vivió sus primeros momentos en España, a donde llegó con su título de medicina, y la ayuda que recibió en Aitana por parte de las voluntarias. Con palabras agradecidas, habló de los siete años que duró su inserción hasta conseguir trabajar en un centro médico. Le siguió el testimonio de Dña. Andrea Aguirre, colombiana que lleva en España algo más de dos meses y que ha recibido la formación de Aitana en el pasado mes de noviembre. Con palabras emotivas, habló de su precaria situación y la ayuda de Aitana, que ella define como hogar en muchos sentidos. Por último, Dña. Ana Cañamero dio su testimonio en calidad de empleadora, destacando el valor de la acogida y el modo de hacerlo para colaborar en la inserción de las jóvenes en la sociedad.
Terminados los testimonios, intervino D. Carlos Mundina. Sus palabras expresaron la satisfacción que le proporcionaba su participación en la celebración de los 25 años, que auguró se duplicarán en años fecundos en formación y logros de bien para mujeres inmigrantes.
Cerró el acto Sor Rosario Ten con palabras de encomio hacia el pasado, cuyos inicios también ella vivió siendo miembro de la comunidad de hermanas y colaborando posteriormente como directora de esta. Agradeció a las voluntarias no sólo su trabajo y tenacidad, también el espíritu salesiano con el que han animado el proyecto a lo largo de estos 25 años, resaltando que ha sido una misión compartida con sus familias, sobre todo con sus esposos.
Los aplausos reiterados a cada intervención expresaban la acogida y el cariño de la asamblea. La celebración terminó con un piscolabis en el comedor del colegio, obsequio de la Fundación María Auxiliadora, preparado y servido por los alumnos de los cursos de cocina que la entidad tiene en Torrent. Los rostros, las palabras de agradecimiento y los saludos daban razón del buen ambiente creado entre todos. Los asistentes se despidieron citándose para la celebración de las bodas de oro. Todos, sin duda, estarán presentes.
Autora: M.ª del Pilar Prieto, FMA.

