Cerca de medio centenar de animadores y acompañantes reciben formación en salud mental y educación afectivo-sexual
La Casa Don Bosco de Madrid ha reunido este fin de semana a 47 animadores juveniles salesianos y acompañantes de toda España. Durante dos intensas jornadas, han adquirido herramientas para acompañar a los jóvenes en su desarrollo emocional y afectivo, reforzando su compromiso con el bienestar integral de niños y adolescentes.
El encuentro formativo comenzó el sábado 30 de noviembre por la mañana y concluyó el domingo 1 de diciembre al mediodía. En la Casa Don Bosco de Madrid, 47 animadores y animadoras de los centros juveniles salesianos, compartieron aprendizajes en torno a la salud mental y la educación afectivo-sexual, dos pilares esenciales para el desarrollo integral de los jóvenes.
Educación afectivo-sexual: una mirada integral
La formación en educación afectivo-sexual ofrecida por la Confederación Don Bosco ha destacado por su enfoque integral, abarcando aspectos biológicos, socioculturales y pedagógicos para preparar a los animadores juveniles en el acompañamiento de niños, niñas y adolescentes.
Desde el ámbito biológico, los participantes profundizaron en conceptos fundamentales como la anatomía y fisiología, el proceso de sexuación y la reproducción humana, estableciendo una base científica que les permite abordar con confianza temas como la identidad y orientación sexual. Además, se exploraron aspectos emocionales clave, como la afectividad, el apego y el enamoramiento, promoviendo una comprensión empática y cercana de estas experiencias.
En la dimensión sociocultural, la formación puso el foco en la protección de los menores y grupos vulnerables, proporcionando herramientas prácticas para detectar y prevenir situaciones de riesgo. También se abordó el impacto de la cultura digital, especialmente el acceso a la pornografía, fomentando una reflexión ética sobre el uso responsable de las tecnologías y sus implicaciones en el desarrollo de la sexualidad.
Desde una perspectiva pedagógica preventiva, se hizo hincapié en el papel de los animadores como agentes educativos y figuras de referencia. Los asistentes aprendieron a colaborar con las familias en la educación afectiva-sexual, además de abordar temas sensibles como la prevención de abusos, la violencia en las relaciones y las características de la maternidad adolescente. El estilo salesiano fue un eje transversal, promoviendo un modelo educativo que integra la confianza, el amor y la espiritualidad.
El temario y contenidos, que han sido desarrollados en colaboración con Laura Alcántara (Técnico Superior en Integración Social), Esperanza Macarena Jiménez (Graduada en Trabajo Social) y Rubén Ponce Peña (Graduado en Medicina y SDB), se enmarca en el curso de educación afectivo-sexual creado e impartido por el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil.
Esta formación no solo prepara a los animadores para educar en el ámbito afectivo-sexual, sino que también les ofrece herramientas para transmitir valores fundamentales como el respeto, el autocuidado y la importancia de establecer relaciones sanas y constructivas. Así, se fortalece su labor como guías en la vida de los jóvenes, promoviendo su desarrollo integral y reforzando los lazos comunitarios.
Uno de los mayores retos de la educación afectivo-sexual es conseguir integrarla de forma transversal y prioritaria en todos los ambientes en los que trabajamos con adolescentes y jóvenes, y como prioridad en centros juveniles. Las personas que trabajamos en educación debemos ser conscientes de que educamos no solo con lo que decimos, sino también con lo que no. Así, en el ámbito de lo afectivo-sexual, la educación inespecífica toma especial importancia. Por ello, es importante formar a las personas que en colegios, centros juveniles, plataformas sociales y parroquias comparten su día a día y aportan al desarrollo madurativo de adolescentes y jóvenes, para que puedan contar con herramientas bien fundamentadas para ese acompañamiento.
Laura Alcántara
Equipo pedagógico del encuentro, Técnica de la Federación Bosko Taldea de Centros Juveniles
Salud mental: herramientas para el acompañamiento emocional
La cercanía también juega un papel clave en el acompañamiento emocional. Mostrar interés genuino, utilizar el buen humor, sonreír y prestar atención a los pequeños detalles son estrategias que fortalecen la confianza y la conexión con los jóvenes. Además, factores como el tono, ritmo, entonación, volumen y pausas durante el habla ayudan a crear una comunicación efectiva y accesible.
Dentro de este contexto, el Equipo de Atención Psicológica Magone, liderado por su coordinadora Aurora Martín, profundizó en la salud mental desde un enfoque preventivo. A través de un taller práctico, los participantes trataron de reconocer señales de crisis en jóvenes, promover espacios de escucha activa y utilizar herramientas protectoras para educadores.
El Sistema Preventivo de Don Bosco fue el eje transversal para abordar estas temáticas, integrando razón, religión y amor en la promoción del bienestar emocional.
Con estas iniciativas, la Confederación Don Bosco refuerza su compromiso con el desarrollo integral de la juventud, adaptándose a las necesidades actuales y construyendo espacios seguros para crecer y aprender.
Además de los espacios de aprendizaje, el encuentro ofreció momentos de convivencia, intercambio de experiencias y profundización en los valores que compartimos. Los participantes reforzaron su compromiso de seguir siendo referentes para los jóvenes que acompañan. También hubo tiempo dedicado a la espiritualidad y a la reflexión, recordándonos que nuestra misión está profundamente inspirada en la fe y en el propósito de transformar vidas.
Queremos expresar nuestra gratitud a la Confederación Don Bosco por la excelente organización y a cada uno de los animadores que participaron con entusiasmo y entrega en este fin de semana tan enriquecedor. ¡Que los frutos de esta experiencia se reflejen en nuestro día a día junto a los jóvenes!
María Carreño Cuevas, animadora
Fuente: CONFEDERACIÓN DON BOSCO