Un verano de oportunidades: ocio que transforma vidas

El verano, además de ser sinónimo de vacaciones y diversión, también es una oportunidad única para impulsar la inclusión social y el desarrollo personal de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.

Durante este verano, los proyectos de CADACE y CADISL del Centro de Atención Diurna Laura Vicuña de la Fundación María Auxiliadora en Torrent ofrecieron un espacio seguro, educativo y enriquecedor, donde la convivencia, el juego y el aprendizaje se combinaron para generar experiencias inolvidables.

Ambos proyectos buscaron reforzar y mejorar valores fundamentales que también priman a lo largo del año en el centro, como la cooperación, el respeto y la solidaridad, creando lazos de amistad y apoyo mutuo que fortalecieron la autoestima y la confianza de los chicos y chicas. Además, a través de talleres creativos, actividades deportivas y dinámicas en la naturaleza, trabajaron la participación activa, el trabajo en equipo y la capacidad de resolver conflictos de manera positiva.

Más allá del ocio, estas actividades cumplieron una función social esencial: proporcionaron a los menores en riesgo de exclusión un entorno protector que garantizó la igualdad de oportunidades, y ofrecieron a las familias espacios de conciliación. Se convirtieron en un punto de encuentro donde cada participante pudo descubrir sus talentos, reforzar habilidades sociales y soñar con un futuro mejor.

Y, ¿hubo mejor manera de terminar el verano que con un campamento? Desde los proyectos creyeron que no, y así volvió a ser este año, cuando los y las participantes disfrutaron de unos días en la naturaleza. El proyecto CADACE llevó a cabo su campamento en La Torreta del Marqués, en la localidad de Benigànim, mientras que CADISL estuvo en Viver, Castellón. Durante estos días, convivieron y compartieron experiencias mano a mano con los chicos y chicas, cerrando el verano con momentos inolvidables.