Historias que transforman el mundo: las Plataformas Sociales de las Salesianas celebran el Día Internacional del Voluntariado

El 5 de diciembre es un día para detenernos, mirar alrededor y descubrir que el mundo es un lugar mejor gracias a miles de personas que, sin hacer ruido, lo transforman con gestos cotidianos. En las Plataformas Sociales de las SalesianasFundación María Auxiliadora, Fundación Mornese, Fundación Valsé, Fundación Canaria Maín y Asociación Valponasca – tenemos la suerte de conocer muy de cerca a las 367 personas que hacen posible que nuestros proyectos sean espacios de acogida, crecimiento y esperanza.

Durante este año, hemos acompañado a más de 16.700 personas a lo largo y ancho de todo el territorio español. Pero detrás de cada número hay una historia, una mirada y un nombre. Y en todas estas realidades, siempre aparece la presencia discreta, pero fundamental de las personas voluntarias: acompañando, animando, escuchando, enseñando y compartiendo. Ellas encarnan ese “estar” salesiano promovido por San Juan Bosco y Santa María Mazzarello que se hace presente con respeto, confianza y alegría.

El voluntariado en nuestras casas no es solo una colaboración puntual: es una forma de entender la vida. Cada persona voluntaria llega con su historia, con su tiempo disponible —a veces mucho, a veces poco— y con una motivación que siempre tiene que ver con mejorar la vida de alguien más.

A lo largo de este año su apoyo ha estado presente en los 109 programas que desarrollamos y que abarcan realidades tan diversas como la educación, la inserción sociolaboral, los recursos residenciales, la cooperación al desarrollo, la igualdad, la intervención en prisiones y las acciones contra la discriminación. Algunas ayudan en el refuerzo escolar, otras dinamizan talleres que contribuyen a generar entornos libres de violencia y discriminación, otros colaboran en las tareas de mantenimiento… Son voluntarios que acompañan a jóvenes y familias que necesitan un espacio seguro para reconstruir su camino.

Lo mejor de todo es que, aunque vienen para dar, casi siempre terminan recibiendo más de lo que imaginaban. Muchas personas voluntarias hablan de cómo su mirada cambia, cómo descubren nuevas realidades, cómo aprenden a escuchar y cómo entienden que cada pequeño gesto puede ser enorme para quien lo necesita. Ese es el verdadero impacto del voluntariado: transformar desde dentro, tanto a quien recibe como a quien ofrece.

Por todo ello nuestras plataformas sociales cuidan este proceso ofreciendo formación, espacios de encuentro y acompañamiento, para que cada persona voluntaria se sienta parte de un proyecto común. Un proyecto que no es solo social, sino también profundamente humano: crear entornos donde niñas, niños, niñas, jóvenes y familias puedan crecer con dignidad y con oportunidades.

En un mundo que a veces parece avanzar demasiado rápido, donde las noticias negativas ocupan titulares y donde la soledad crece, el voluntariado es un recordatorio de que la solidaridad existe, que hay personas que creen en la cercanía, en la justicia y en la posibilidad de cambiar vidas con algo tan sencillo y a la vez tan valioso como el tiempo compartido.

Hoy queremos decir GRACIAS.

Gracias a las 367 personas voluntarias que sois corazón, manos y presencia. Gracias por estar, por creer, por acompañar, por dar vida. Gracias por ser parte de esta gran familia salesiana que sigue soñando y construyendo un mundo donde todas las personas tengan un lugar.

En este 5 de diciembre, celebramos vuestras historias, vuestro ejemplo y vuestra manera de transformar la realidad: desde la sencillez, desde la alegría y desde el amor educativo.