La Casa Generalicia de las Salesianas acoge la presentación del Aguinaldo 2026

El Aguinaldo 2026 fue presentado a las FMA y a toda la Familia Salesiana el pasado sábado en la Casa Generalicia de las Salesianas por el Rector Mayor. Es la primera vez que D. Fabio Attard preside este tradicional evento.

Fue una fiesta familiar, aún en la Octava de Navidad y hacia el nuevo año, la presentación del Aguinaldo 2026, entregada a las Hijas de María Auxiliadora como primicia, y a toda la Familia Salesiana, por el Rector Mayor, Don Fabio Attard, en su primer Aguinaldo.

En la sala estaban presentes, entre otros, la Madre General del Instituto FMA, sor Chiara Cazzuola, y su Consejo; el delegado general de la Familia Salesiana, D. Joan Lluis Playà; y otros miembros de la Familia Salesiana.

‘Haced lo que Él os diga – Creyentes, libres para servir’. El lema del Aguinaldo fue introducido por un breve momento de oración presentado por sor Leslie Sándigo, Consejera general para la Familia Salesiana, preparado por el Ámbito y animado con un estribillo cantado por las novicias. Se llevaron al escenario algunas ánforas, la última de ellas «la ánfora de la corresponsabilidad en la misión educativa compartida», por el Rector Mayor, la Madre Chiara Cazzuola y Antonio Boccia.

A continuación, se proyectó el vídeo resumen del Aguinaldo, realizado por IME Comunicazione y producido por el Sector de Comunicación Social SDB. “Encerrados en nuestras burbujas, la vida pasa a nuestro lado, sin ver, sin darse cuenta, sin escuchar”, se expresa al inicio que, a través de efectos especiales, transmite la idea de la inmersión actual en los entornos digitales.

“¿Estamos seguros de que es así? ¿Estamos seguros de que no somos nosotros los incapaces de percibir su mirada sobre el mundo? ¿Les estamos llevando el vino nuevo de las bodas de Caná, el único capaz de devolverles la alegría y la esperanza en medio de tantas dificultades, dudas e incertidumbres? Los jóvenes buscan una respuesta creíble, testigos autorizados. Buscan creyentes. Este es nuestro reto, el reto de toda la Familia Salesiana, este año, con más fuerza aún en el 150º aniversario de la fundación de los Salesianos Cooperadores”. Son las palabras del Rector Mayor, que invita a acoger la petición de Don Bosco de un camino arraigado en Cristo.

Sor Ausilia De Siena, Consejera general para la Comunicación, introdujo a continuación el momento central, con la entrevista a D. Fabio Attard, para profundizar aún más en el contenido del Aguinaldo, realizada por Marta Rossi, madre y Cooperadora Salesiana, y por una joven, Alice Ferrigno, estudiante de Psicología en la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación Auxilium.

En un diálogo muy familiar, don Fabio ofreció una lectura del tema basada en su amplia experiencia pastoral a nivel mundial, en la que demostró un profundo conocimiento del mundo juvenil y de las necesidades espirituales de hoy: “No es que los jóvenes de hoy no estén interesados en Jesús: la pregunta principal es ‘¿dónde está el sentido? ¿Dónde puedo encontrar esperanza?’. Entonces, la presencia de creyentes creíbles, con propuestas humanamente significativas, toca el corazón de esta búsqueda”.

Y continuó explicando: “Los jóvenes de hoy buscan algo que no es solo horizontal, sino trascendental, espiritual. No se identifican con lo institucional, pero hay un corazón que busca. Y en nombre de la libertad, hemos dejado a estos chicos sin agua, sin pan, sin mapas… Pero mientras sean jóvenes necesitan que los acompañen. Son jóvenes sin referencias, pero el corazón sigue buscando, porque nada satisface el corazón salvo Aquel que lo creó. San Agustín nos enseña esto y estamos rodeados de jóvenes como Agustín”.

El Rector Mayor ha destacado que, aunque los tiempos y los métodos educativos han cambiado, como educadores es importante ser testigos creíbles arraigados en Cristo y sostenidos por María para discernir sobre los retos que se nos presentan, preguntándonos qué haría Don Bosco y escuchando lo que pide el Señor. “La educación, los procesos educativos, tienen lugar en terrenos cada vez más nuevos, pero el corazón que educa y el corazón que espera ser educado, acompañado, escuchado, las dinámicas del alma son las mismas. Nos corresponde entonces recuperar la profundidad para conectarnos con la profundidad de la búsqueda».

En la pregunta dedicada al 150º aniversario de los Salesianos Cooperadores, señaló como “vino nuevo” para revitalizar la Asociación el volver a la visión original de 1875-77, años en los que Don Bosco era un “volcán” de ideas e iniciativas y en los que todos estaban involucrados en una nueva experiencia pastoral y educativa: “Lo que él veía era un gran movimiento de personas que podían comprometerse en la misma misión, cada uno según sus posibilidades”. Don Attard expresó su gran esperanza al respecto, observando en los jóvenes protagonistas del Movimiento Juvenil Salesiano la maduración de la elección de ser cooperadores. “El tema del protagonismo comienza con las propuestas educativas y pastorales que hacemos, entonces ‘buenos cristianos y honestos ciudadanos’ se convierte en una propuesta de grandes oportunidades y gran credibilidad”.

A continuación, se dedicó un tiempo a las preguntas del público, al término del cual Madre Chiara Cazzuola tomó la palabra y agradeció la rica conversación y la pasión: “No sé si se han dado cuenta de que cuando D. Fabio habla de Don Bosco, se ilumina. ¡Es una energía que nos contagia!”. También agradeció la elección del pasaje del Evangelio que se lee en la solemnidad de María Auxiliadora, muy querido por las FMA por haber acompañado el 24º Capítulo General.

“Es un itinerario de conversión personal y comunitaria —como Familia Salesiana— y esto nos compromete también a reforzar juntos nuestro ser estos ‘muchos’, como decía Don Bosco, que trabajamos juntos compartiendo la misma identidad y la misma misión”. La Madre quiso hacer una última acentuación: “No pensemos inmediatamente en ‘qué’ hacer, sino en lo que el Señor nos pide en este momento, porque esta pregunta nos hace crecer también en la capacidad de interioridad, pidiéndonos que volvamos a centrar la relación con Jesús, que es lo que nos anima, el Buen Pastor que da la vida”.

Precisamente un icono del Buen Pastor fue el regalo que la Madre ofreció al Rector Mayor, antes de concluir en comunión con el canto del Magnificat y continuar la velada con un momento de convivencia amenizado por los encuentros familiares y las fotos junto al Rector Mayor y la Madre.

Fuente: Instituto FMA