100 AÑOS DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA Y 20 AÑOS DE LA BEATIFICACIÓN
Acontecimientos importantes
Sor Eusebia Palomino
Eusebia Palomino nace en Cantalpino (Salamanca) el 15 de diciembre de 1899. Fue bautizada el 20 de diciembre por el coadjutor D. Pedro Sánchez.
En 1906 comienza la escuela. A los pocos meses abandona los estudios para acompañar a su padre, que se ve en la necesidad de mendigar.
Primera comunión de Eusebia en su parroquia. “Ese día estaba convencida que yo no era para este mundo”.
Llega a Salamanca con su hermana para servir y trabajar como niñera. Tiempo de discernimiento y deseo de consagrarse a Dios
El 24 de mayo se encuentra con María Auxiliadora y siente que le dice “tú serás mi hija”. Poco después, entra a trabajar en el colegio de las salesianas Sancti Spiritus en Salamanca.
El 31 de enero fue admitida en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora por sor Enriqueta Sorbone. Le imponen la medalla de postulante y permanece en Sancti Spiritus como cocinera y ropera.
El 3 de julio llega a Sarrià (Barcelona) y el 5 de agosto recibe el hábito como novicia salesiana.
El 5 de agosto realiza la profesión religiosa como Hija de María Auxiliadora en Sarrià. El 24 de agosto llega a su nuevo y único destino: Valverde del Camino (Huelva).
Ante las dificultades políticas del momento, sor Eusebia se refugia en la casa de los señores Zarza-Fleming. Allí se ofrece como víctima por el bien de las almas y de España.
En agosto, comienza una enfermedad que se agrava en 1933, dejándola incapacitada para grandes trabajos y permanece en cama.
En la noche del 10 de febrero muere sor Eusebia, acompañada por sor Carmen Moreno y sor Virginia Ferraro. Los periódicos de aquel día publicaron: “Ha muerto una santa”.
El 12 de abril se inició el proceso de beatificación y canonización en la diócesis de Huelva, bajo la presidencia del obispo Rafael González Moralejo.
El 17 de febrero, el papa Juan Pablo II aprueba el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes de la sierva de Dios pasando a ser Venerable.
Se aprueba el milagro para su beatificación, atribuido al proceso de realización del cuadro de la religiosa por parte del pintor valverdeño Manuel Parreño.