El latido de Valponasca se fortalece: Encuentro de proyectos socioeducativos Madrid-León
El pasado sábado 5 de abril quedará grabado a fuego en el corazón de la gran familia Valponasca. Fue un día mágico. El primer encuentro socioeducativo reunió a todos nuestros niños, niñas y adolescentes, desde los pequeños terremotos llenos de energía hasta los jóvenes con sueños por construir, procedentes tanto de León como de Madrid.
Desde que la idea comenzó a tomar forma, con cada inscripción que llegaba durante el mes de marzo, la ilusión en la asociación crecía como una semilla en primavera. Un total de 84 sonrisas infantiles y juveniles, acompañadas por el cariño y la dedicación de 23 personas de nuestros equipos educativos. Fue un regalo inmenso.
El escenario de este encuentro fue el colegio Salesianos de Arévalo, que nos abrió sus puertas con una generosidad que agradecemos de corazón. Un punto de encuentro perfecto, a mitad de camino, para facilitar que todos pudiéramos compartir este día tan especial.
Uno de los objetivos principales de este encuentro era conocer un poquito más a la entidad y lo que hemos ido haciendo a lo largo de estos 20 años.
Actividades
Comenzamos por la mañana con la actividad ‘Las Posadas Peregrinas’. Con sus credenciales en mano – bastones de peregrino, huellas, flechas del camino, calabazas… –, nuestros chicos y chicas se mezclaron en grupos interproyectos y de diferentes edades. El objetivo era claro: conocernos más, derribar barreras y sembrar ese sentimiento tan valioso de pertenencia a esta gran familia que es Valponasca.
Los equipos de León habían preparado con mimo ocho juegos, que nos hicieron viajar por el «camino» recorrido por la asociación. Desde una sopa de letras gigante que nos hizo pensar en cada letra de nuestra historia, hasta un ‘memory’ lleno de datos curiosos, que nos recordaron lo lejos que hemos llegado juntos. Risas, complicidad y la alegría de descubrirnos fueron la banda sonora de la mañana.
Después de recargar energías con una buena comida y disfrutar de un merecido tiempo libre en ese precioso colegio, la tarde vibró con la ‘Gymkana VALPOTWENTY’. A través de pruebas ingeniosas y divertidas, cada grupo se convirtió en investigador de los 20 años de historia de Valponasca, descubriendo hitos importantes y anécdotas que nos han marcado.
La competición sana y las ganas de pasarlo bien fueron las protagonistas. Cada acierto se tradujo en ‘Valponasquitas’, y solo un equipo, demostrando una gran habilidad y trabajo en equipo, logró alzarse con las preciadas ‘valponasquitas gold’. El premio fue un bonito reconocimiento a su esfuerzo, pero lo más valioso fue la sonrisa y la alegría compartida. Además, cada participante se llevó un detalle de la asociación, un pequeño recuerdo de este día inolvidable.
El día llegó a su fin con esa sensación agridulce de querer más, pero con la certeza de que este solo es el principio de muchos más encuentros. Los lazos que se tejieron y los caminos que comenzamos a recorrer juntas seguirán fortaleciéndose en el futuro.
¡Larga vida a Valponasca y a todas las personas que con su dedicación y cariño hacen posible esta maravillosa asociación! Por muchos años más abriendo caminos y forjando sueños juntos.
Fuente: Asociación Valponasca