Pre-animadores de la zona centro de la Inspectoría participan en una formación en El Plantío

El fin de semana del 16 y 17 de noviembre tuvo lugar la Formación de Pre-animadores de la zona centro de nuestra inspectoría. En total nos juntamos en El Plantío (Majadahonda) 32 animadores y pre-animadores de las casas de La Roda, Valdepeñas, Villaamil, Emilio Ferrari, Plaza de Castilla y La Dehesa.

El sábado por la mañana tuvimos una agradable bienvenida salesiana, con dinámicas y juegos de presentación y una breve oración que nos introdujo en todo lo que iban a vivir el fin de semana. A continuación, comenzó el primer bloque formativo sobre ‘La Madurez del Animador’, del que algunos de los participantes dijeron: “El tema de la madurez humana fue realmente interesante, ya que nos dio una perspectiva de cómo debemos ser animadores y pre-animadores y lo que debemos mejorar para llegar a ser un buen animador salesiano”.

Por la tarde se trataron los temas del ‘Animador Vocacionado’ (qué entendemos por vocación) y del “Acompañamiento” (ambiental, grupal, individual y sistemático). Además, los pre-animadores descubrieron ‘La Carta de Roma’ y pudieron terminar el tiempo de formación del día elaborando por grupos un decálogo en el que plasmaron qué características tendría el animador salesiano, basándonos en lo escuchado y reflexionado a lo largo del día.

Antes de ir a cenar, tuvimos la oportunidad compartir un momento largo de oración y contemplación con el Evangelio de Lucas de los diez leprosos, que nos dejó el corazón más lleno, si cabe.

Finalizamos el día con una típica velada, en la que chicos y chicas competimos por alzarnos ganadores en una “batalla” acérrima de canciones. Y, por último, las Buenas Noches Salesianas, que nos invitaron a dar siempre lo mejor de nosotros y confiar siempre en Dios.

El domingo, el plato fuerte. Comenzamos rezando Laudes; después, mesa redonda con un salesiano, una salesiana, un salesiano cooperador y un animador, con unos mensajes muy bonitos, donde nos hablaron del encuentro personal con Jesús, de rezar siempre por nuestros chicos, de no olvidarnos nunca de la importancia de ser siempre acompañados y de ser testimonio de Dios allá donde estemos (no ser cristianos de fin de semana).

Lo último, pero no lo menos importante de este encuentro, fue la Eucaristía, donde experimentamos el Amor Infinito de Dios Padre y en la que cada uno recibió, del sacerdote, un regalo precioso en forma de ‘Palabra de Dios’.

La despedida después de la comida fue rápida y con ganas de volver a nuestras casas de origen a poner en práctica todo lo aprendido en el fin de semana.

 

AUTORES: ANIMADORES Y PRE-ANIMADORES