HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA EN HUESCA

La noticia había ido corriendo: “Las salesianas se van de Huesca”. No pueden irse sin más. De ahí nació el deseo de expresarnos mutuamente la gratitud y juntos todos a Dios que ha conducido una experiencia de 59 años, día a día.

Así fue como el día 9 de junio, a las 20h de la tarde, la Parroquia de Santo Domingo y San Martín se llenó para despedir y homenajear a las Hijas de María Auxiliadora, en  una en Eucaristía presidida por nuestro administrador apostólico D. Vicente Jiménez, junto con los sacerdotes de la Parroquia, algún representante de la diócesis y algunos hermanos salesianos.

Participaron personas tan diversas como diversas son las épocas de nuestra presencia en Huesca, diversas las tareas realizadas, los ambientes compartidos. Toda una expresión de reconocimiento, de cariño y de sentirnos familia unida por algo muy hondo, por huellas que nunca se van a borrar.

D. Vicente agradeció a las salesianas la labor dedicada a la diócesis durante estos 59 años de presencia.

La presencia de las Hijas de María Auxiliadora en Huesca empezó el año 1965, en la calle Perena, 29, 1º K. Desde entonces han servido a nuestra Diócesis y a la sociedad oscense en multitud de tareas, según la estructura de la Comunidad y sus cometidos. Leer más. 

D. Fernando lo hizo en nombre de la Parroquia donde siempre ha estado incardinada la comunidad, tanto en su vida como en la misión, especialmente entre los jóvenes.

¡Cuántas personas, cuántas familias han encontrado en vosotras compañía y aliento en momentos difíciles! ¡En cuántas ocasiones habéis compartido con ellas vida, con lo que esto supone: alegrías y tristezas, dificultades y esperanzas! ¡Para tantos habéis sido el rostro concreta de la Iglesia Madre que se ocupa y preocupa por sus hijos! Leer más.

Asun Mató, en nombre de todas las salesianas, redireccionó el gracias a Dios y a todas las personas de Huesca y de la Parroquia que lo han hecho posible gracias a su acogida incondicional, a la vez que pedía disculpas por los errores que pudiéramos haber tenido.

 Gracias por haber aceptado hacer camino juntos, un camino a veces fácil y atrayente, a veces arduo y difícil, pero siempre con la meta de vivir y anunciar el Evangelio. Los primeros años desde la casona de Heredia, con su oratorio festivo, más tarde desde el piso de Coso Bajo o de Perena 29, abiertas directamente al servicio de toda la diócesis, y de manera especial en nuestra Parroquia de santo Domingo y san Martín que hoy nos acoge a todos. Leer más.

Charo Ten encuadró en la parábola de la vid y los sarmientos, en la poda, la experiencia dura pero necesaria que unos y otros estamos viviendo.

Hoy, en el corazón de cada uno de nosotros, rebosa el sentimiento de gratitud por la familia que hemos ido creando a lo largo de estos años, a muchos niveles:  eclesial, social, vecinal. Leer más.

Todo ello seguido de un abundante piscolabis preparado por la comunidad Parroquial, que dio pie al reencuentro, al diálogo, al recuerdo, a seguir compartiendo y expresando lo que día a día durante todos estos años se ha ido tejiendo casi sin darnos cuenta. Y un mensaje: ¡siempre adelante!

Damos gracias a Dios por todo ello.