Juniorado en Ávila
Del 8 al 18 de agosto de 2024, 37 junioras Hijas de María Auxiliadora, provenientes de las Inspectorías de Europa y de la Visitaduría María Madre de la Iglesia (RMC), y originarias de diez países diferentes, participaron en una experiencia formativa intensiva en Ávila, la «tierra santa» que vio nacer a Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia y patrona de nuestro Instituto.
Esta experiencia, que forma parte del proyecto formativo para los cuatro primeros años de juniorado, fue organizada por un equipo formativo perteneciente a la Conferencia Interinspectorial CIME.
De nuestra Inspectoría han participado las junioras Rocío Torrado y María Sánchez, así como María del Carmen García, María Ángeles Cano y Teresa Espinosa como miembros del equipo de formación.
«En este monasterio tengo una gran amiga», escribió Teresa de Jesús, y esta misma frase se puede leer en una pared del antiguo monasterio de la Encarnación. Así es como hemos llegado a conocer más a fondo a Santa Teresa: no solo como una gran mística, fundadora, escritora y Doctora de la Iglesia, sino también como una mujer apasionada por Dios, una persona sociable y alegre, con una rica humanidad, marcada también por la enfermedad y las dificultades. Con esta amiga nos embarcamos en unos días llenos de la Palabra de Dios y fraternidad, sencillez y alegría. Todo esto acompañado de momentos formativos y visitas a lugares significativos, intercalados con momentos de silencio y de grupos, para interiorizar lo recibido y poder compartir con las demás los frutos de la oración y reflexión personal.
Las Lectio Divina fueron dirigidas por sor María Dolores Ruiz Pérez, residente en Jerusalén, quien nos presentó seis pasajes relacionados con las temáticas elegidas para esta formación: lectura de la propia historia, alegría, fraternidad, oración, pasión apostólica y unidad de vida.
La visita a los lugares nos llevó a recorrer los mismos caminos que Santa Teresa transitó hace siglos: visitando el monasterio de la Encarnación para iniciar su vida religiosa, las primeras fundaciones de la Santa según su reforma así como su casa natal. Seguimos sus pasos, explorando sus lugares, buscando comprenderla mejor, aprender de su ejemplo y pedir su intercesión.
Los momentos de Lectio Divina fueron enriquecidos por una reflexión sobre nuestras Constituciones presentado por sor Teresa Espinosa, hermana de nuestra Inspectoría. Ella nos ayudó a profundizar sobre la fraternidad y amistad, con el objetivo de animarnos a ser participantes activas en la construcción de comunidades fraternas.
Tuvimos también la oportunidad de disfrutar de la visita de sor Marta Riccioli, Consejera Visitadora general del Instituto, acompañada por nuestra provincial Charo Ten. Sor Marta compartió con nosotras una reflexión sobre la identidad de la Hija de María Auxiliadora y como una hermana entre hermanas, disfrutó con nosotras, en la sencillez, la fraternidad y el día a día de esta experiencia.
Junto a ellas, visitamos otra gran figura de nuestro Instituto: el 14 de agosto, nos trasladamos a Cantalpino para visitar los lugares de la Beata Eusebia Palomino. Más allá del contenido profundizado y los lugares visitados, lo que más caracterizó estos días fue sin duda la fraternidad: una fraternidad sincera de grandes horizontes, que nos permitió vivir este tiempo con mucha alegría, gratitud y esperanza.
Rocío Torrado y María Sánchez
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