Sor Eusebia | Virtudes

100 AÑOS DE LA PROFESIÓN RELIGIOSA Y 20 AÑOS DE LA BEATIFICACIÓN

Sor Eusebia Palomino

Virtudes

Diseño sin título (27)

Ninguna diga: yo soy pobre; nada puedo dar. Pues la verdadera caridad, no saca sus tesoros del bolsillo, sino del corazón.

En sor Eusebia no encontramos un momento de “conversión” en su camino de maduración de fe. Estamos más bien ante una persona tocada por la gracia de Dios desde su propio nacimiento a través del bautismo.

Sorprende como sus diversas virtudes vividas de modo extraordinario la convierten en modelo de santidad para nosotros hoy.

Fue en el colegio de Valverde donde esparció el aroma de su santidad y de su espíritu salesiano; transmitido a todos con el ejemplo de sencillez, humildad, alegría en la obediencia y servicio incondicional. Aunque según los testimonios recogidos, ya desde niña y posteriormente en Salamanca ya destacaba en estas virtudes.

Todo en sor Eusebia reflejaba el amor de Dios y el fuerte deseo de hacerlo amar. No perdía ocasión de llevar a niñas y a personas mayores de cualquier condición a querer más a Dios y a María.

Fe · Vino a constituir el único apoyo de una vida pobre. Se hacía patente que ella vivía en una continua presencia de Dios.

Esperanza · Consecuencia de su fe, la lleva a vivir con esperanza cualquier dificultad basada en la misericordia de Dios, viviendo cada situación con alegría y gozo.

Prudencia · Siempre atenta a una buena palabra o un buen consejo, sin hacer juicio de nadie. Discreta y siempre respondiendo con una sonrisa en los labios.

Justicia · Del respeto a Dios y su justicia, cumple la justicia para los hombres. Fiel a sus obligaciones y exacta con su deber.

Fortaleza · O también dominio de sí. Ante cualquier adversidad y sufrimiento, y a pesar de tener un carácter fuerte, se subraya su extremada amabilidad, siempre con una sonrisa sin hacer notar el trabajo o situaciones límites como la pobreza o la enfermedad.

Templanza · Desde los inicios era edificante su espíritu de sacrificio y cómo buscaba los trabajos que más esfuerzos requerían, siempre con gran alegría que admiraba a todos.

Obediencia, pobreza, castidad · Los consejos evangélicos que como religiosa vivió de modo heroico. Volcando todos sus esfuerzos y sacrificios para hacer que nada le ate a este mundo, solo volcada en obedecer al Señor y sin perder su inocencia bautismal.

Humildad · Ella misma escribe: “En cualquier trabajo que la obediencia mande se debe encontrar la alegría, pues en la casa de Dios nada hay pequeño ni bajo, pues todo es grande a los ojos de Dios”. Fue un alma de Dios.

Descubrí en ella todas las virtudes, la humildad, la obediencia, el amor a la vida interior…