La canonización de sor María Troncatti, desde dentro: una experiencia de Instituto y de Iglesia
El papa León XIV canonizó a la misionera salesiana sor María Troncatti junto con otros seis beatos en la mañana del pasado domingo, 19 de octubre, coincidiendo con el Día Mundial de las Misiones (Domund).
Todavía perdura la alegría por la nueva santa de la Familia Salesiana, sor María Troncatti, de manera especial entre aquellas personas que pudieron vivir de cerca este acontecimiento histórico para las Hijas de María Auxiliadora. Algunas de las participantes en la canonización han querido compartir su experiencia en los principales actos conmemorativos.
Calentando el corazón
La apertura de los actos por la canonización en la Casa General, en la tarde del viernes 17, nos ayudó a ponernos en contexto. Veníamos de diferentes lugares del mundo y pronto calentamos el corazón entre encuentros y reencuentros, contagiándonos de la alegría y la ilusión de estar viviendo un hito en la historia del Instituto.
Madre Chiara Cazzuola, Superiora General, en su discurso de acogida nos recordó que estábamos ante la primera canonización tras la de la cofundadora del Instituto, santa María Mazzarello. Un acontecimiento que nos invita a vivir con fidelidad y entusiasmo nuestra vocación, lo que somos: salesianas educadoras evangelizadoras.
Como Hijas de María Auxiliadora y también como seglares que compartimos este carisma, nos sentimos profundamente unidos en una misma vocación: educar, evangelizar y servir con el estilo de Don Bosco y Madre Mazzarello. La canonización de sor María Troncatti es un regalo de Dios que nos recuerda que la santidad es posible en la entrega diaria, en el amor concreto y en la misión vivida con pasión.
Este acontecimiento ha renovado en todos nosotros el sentido de pertenencia a un Instituto mundial, diverso pero unido, que camina con esperanza y alegría. Sor María, con su vida entregada a los pueblos indígenas del Ecuador, nos impulsa a seguir anunciando el Evangelio con valentía, ternura y fidelidad.
Mercedes, FMA, y Marta
El testimonio de Juwa Bosco, curado milagrosamente por intercesión de sor María Troncatti, es el de un hombre no solo sanado físicamente, sino también transformado espiritualmente. Fue emocionante escuchar su experiencia en primera persona y hacerse consciente de que nos tenemos que dejar sanar, porque “con Dios nada es imposible”, tal como aseguró.
Un vídeo documental y una exposición nos acercaron a la vida de sor María Troncatti, para conocer mejor a la que iba a ser declarada santa para toda la Iglesia.
Se ha definido a S. María Troncatti como artesana de paz y reconciliación. Ella trabajó con los dos pueblos, los colonos y los shuar. Para los dos, María Troncatti dedicó su vida. Una mujer de mucha fe, en amistad profunda con Dios, capaz de conseguir poder para curar a Bosco.
Soy misionera y su vida me ha resucitado muchas experiencias de mi vida en el Paraguay. Ciertamente es un testimonio para ser experimentado y compartido.
Concha, FMA misionera
Alegría salesiana
Los jóvenes del MJS de Italia nos llevaron de fiesta con sor María Troncatti en la casa de las Hijas de María Auxiliadora en Roma Cinecittà en la tarde del sábado 18. Fue un encuentro muy bonito donde hubo testimonios, baile, juegos, buenas tardes de la Madre General y del Rector Mayor… Un encuentro festivo en el que brilló la alegría salesiana, que es también santidad, como deseaba Don Bosco.
Santidad para ti
Hacia el final de la tarde del día 18, nos congregamos en la Basílica de San Juan Bosco de la capital italiana para participar en una vigilia de oración con jóvenes presidida por el Rector Mayor, D. Fabio Attard. Madre Chiara Cazzuola nos expresó en sus Buenas Noches unas palabras que levantan el ánimo: “La santidad es para ti también”.
El sábado celebramos la fiesta de la santidad con los jóvenes, recordándonos unos a otros que juntos caminamos hacia la santidad. ¿Cuándo? ¡Ahora! Una santidad que es también para ti…
Sofía, FMA
Santa para toda la Iglesia
¡Llegó el gran día! El domingo la plaza de San Pedro empezó a llenarse desde muy temprano, todavía a la luz de la aurora, los sombreros de colores que nos distinguían por ser de sor María Troncatti, comenzaban a coger los primeros lugares de la gran plaza.
Ahí estábamos dando visibilidad a una gran misionera que curó enfermos, sanó heridas físicas y espirituales, y construyó puentes de paz, en el domingo del DOMUND.
Charo, FMA
Siete santos de los que el Papa León XIV, dijo que “no eran héroes o campeones de algún ideal, sino hombres y mujeres auténticos”. En la fachada de la Basílica de San Pedro, colgaban sus retratos oficiales. Como pueblo de Dios, nos uníamos a una gran Familia que hoy se visualizaba de manera especial en los lugares donde habían dejado la vida: Armenia, Papúa Nueva Guinea, Venezuela, Ecuador e Italia.
La familia del Sr. Juwa Bosco estaba radiante y feliz, su sencillez nos hacía experimentar lo que recordamos del Evangelio de San Mateo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla».
Esa misma tarde nos reunimos en la Casa General para la oración de vísperas, presididas por el Rector Mayor, quien bendijo un icono de la nueva santa. También se hizo entrega de una reliquia de S. María Troncatti al Rector Mayor y a las inspectoras que estaban presentes. «Un día de alegría de la mañana a la noche», como dijo Madre Chiara en las Buenas Noches. Una celebración que terminó con tarta y con una suelta de globos al cielo de Roma.
Todos/as seguimos la animación que venía por parte de Madre Chiara y su Consejo, que irrumpieron con globos de 5 colores (azul, amarillo, blanco, rojo y verde) representando a los 5 continentes.
Participamos escribiendo, en las tarjetas que nos dieron, un mensaje que nos gustaría enviarle a alguien. Atamos dichas tarjetas a los globos y al soltarlos volaron al cielo tiñéndolo de color y de vida, mientras cantábamos el himno en honor a santa María Troncatti y acabando con un: ¡Viva santa María Troncatti!
Conchita, FMA, y Carmen
Ejemplo de caridad y entrega
En la mañana del lunes 20, tuvo lugar la audiencia que el Papa León XIV mantuvo con los peregrinos llegados a Roma con motivo de la canonización de los siete nuevos santos.
El Santo Padre, misionero como ella, destacó la entrega de su vida al servicio de los pueblos indígenas de Ecuador. “Cuidó los cuerpos y los corazones de quienes asistía con el amor y la fuerza que obtenía de la fe y la oración”, señaló, poniendo de relieve esa fuerte combinación de la vocación profesional y la vocación religiosa en sor María. Por todo ello, la puso como ejemplo de caridad, de entrega total de sí misma.
Me impresionó el ambiente de fiesta que se respiraba y el sentirme parte de una Iglesia que vibra por y junto al Papa.
Creo que toda la Familia Salesiana allí presente se emocionó al ver cómo el Papa alababa las cualidades de una salesiana; en concreto de S. Troncatti dijo: “es un ejemplo de caridad que no se rinde ante las dificultades”. ¡Casi nada!
Tere, FMA
Gracias, Señor
En la tarde del lunes 20, celebramos la misa de acción de gracias por la canonización de sor María Troncatti en la Basílica de San Pablo Extramuros. Presidió la celebración el cardenal Ángel Fernández Artime, SDB, y concelebraron, entre otros sacerdotes, el Rector Mayor, D. Fabio Attard, y el Rector Mayor Emérito, D. Pascual Chávez.
Un momento muy significativo, en el que nos hemos sentido directamente interpelados, fue el momento del intercambio de la paz, en el que se nos recordaba que en el mundo hay 56 conflictos de distinta intensidad, que pueden ser considerados como “una tercera guerra mundial a pedazos”.
Que este gesto dentro de la Eucaristía sea hoy para todos nosotros un compromiso de sembrar entre la gente palabras de bondad, de justicia, de hermandad, de igualdad, sabiendo que, a través del poder educativo, es posible formar a las futuras generaciones para una convivencia más respetuosa y para la acogida de las diversidades.
Nieves, FMA
No pudimos terminar estos días tan especiales de mejor manera. Damos gracias a Dios por el don de santa María Troncatti para la Familia Salesiana y para toda la Iglesia.
La experiencia de este momento histórico tan importante se vivió con la riqueza de la universalidad de la Familia Salesiana, diferentes culturas, lenguas y continentes nos unimos en una misma fe y en un mismo carisma y por su puesto en una misma esperanza.
Este acontecimiento nos impulsa a ser testigos y no volver a nuestras rutinas como si nada hubiera pasado, sino que nos lanza, a ejemplo de Sor María, a salir de nosotros mismos, a comprometernos con pasión en nuestra vocación, en nuestras comunidades, en nuestra misión, siendo luz en medio de nuestros entornos y contextos. Que su ejemplo nos ayude a vivir con mayor entrega y sencillez siendo signos del amor de Dios, que fortalezca nuestra fe, nuestra unidad como familia carismática y nuestro compromiso con la Iglesia. Vengo con el alma y el corazón lleno de gratitud por lo vivido.
Noelia
Gratitud y gozo por la santidad presente y reconocida en el Instituto. Momento de enorme importancia eclesial y carismática que sentí necesario vivir y celebrar estando presente y en contacto con el Instituto, en fiesta y pertenencia.
Feliz de ver que la santidad es patrimonio y potencial en nuestro carisma. Contenta de que sea dinámica que provoque alegría evangélica, sintiendo la invitación de buscar y estar junto a Dios en la dinámica y entrega habitual de mis días.
La santidad solo tiene un secreto: amar mucho.
Mati

