Los colegios de Salesianas, presentes en el XVII Congreso de Escuelas Católicas

Del 7 al 9 de noviembre, el XVII Congreso de Escuelas Católicas reunió en Madrid a cerca de 2.000 participantes en un evento marcado por la reflexión, la inspiración y el compromiso. Bajo el lema ‘Ser, estar, educar… con nombre propio’, el congreso invitó a todos los asistentes a profundizar en su identidad y misión educativa, destacando la importancia de una educación auténtica y en sintonía con nuestros valores como escuela católica.

Durante estos tres días, destacados profesionales del ámbito educativo, publicitario y cultural ofrecieron sus perspectivas en conferencias que resonaron con los asistentes. Entre los ponentes se encontraban Nando García, Toni Segarra, Margarita Álvarez, Silvia Rozas, Belén Blanco, Gabriel García, Álvaro Merino, María Guerrero, David Cerdà, Pedro Gómez y José Beltrán, quienes aportaron ideas inspiradoras y prácticas para una educación comprometida y coherente con lo que somos. Todo el programa fue magistralmente dinamizado por el presentador Chema Villanueva, quien logró conectar con todos los asistentes y mantener el entusiasmo en cada sesión.

La organización del congreso fue impecable, generando un espacio de encuentro y aprendizaje colaborativo que facilitó el intercambio de ideas y experiencias entre profesionales de todas las regiones de España. Los participantes valoraron especialmente el ambiente, que refuerza el sentido de misión compartida y de pertenencia a una red educativa sólida y comprometida de centros pertenecientes a Escuelas Católicas. Al cierre del congreso, la sensación general fue de renovación y entusiasmo. Los asistentes volvieron a sus centros con una visión renovada de su rol educativo, su rol de líder, cargados de nuevas ideas y el compromiso de aplicar en su día a día el lema del congreso: ‘Ser, estar, educar… con nombre propio’. Hubo también un llamamiento a seguir avanzando, siempre con una identidad fuerte y una presencia significativa en la vida de los alumnos.

El lema de este año nos ha invitado a cada miembro de la comunidad educativa a ser auténticos en su vocación, a estar presentes de forma significativa en el crecimiento de cada alumno y a educar en coherencia con los valores de la educación católica. Este congreso ha reforzado el compromiso de cada participante de construir una educación transformadora que deje huella, siempre «con nombre propio».