Las Salesianas continúan ayudando a la población afectada por la DANA en Valencia

Hoy se cumple un mes desde que una DANA provocara una de las mayores catástrofes humanitarias en España en los últimos tiempos. Una tragedia con epicentro en la provincia de Valencia, con alrededor de 75 municipios afectados por las inundaciones, aunque también hizo estragos en zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía. Las casas de las Salesianas en España han respondido con una enorme generosidad a esta situación de emergencia. Un mes después, repasamos algunas de las principales iniciativas emprendidas.

 

En las proximidades de la zona 0

Las Salesianas cuentan con tres casas en el entorno de la llamada zona 0 de la DANA, situadas en Valencia, Sueca y Torrent. Casas donde se ha vivido en primera persona la tragedia provocada por las lluvias torrenciales.

 

VALENCIA

“En nuestra comunidad educativa tenemos varios educadores afectados directamente o en sus familias por la DANA”, asegura Conchi Muñoz, salesiana directora de la comunidad de María Auxiliadora de Valencia.

Profesores del centro han acudido desde el primer momento a las localidades de Picanya y Paiporta para ayudar a limpiar. Algunas hermanas y varios exalumnos también se han sumado como voluntarios a diversas redes de apoyo. También “los animadores están colaborando indistintamente donde haga falta”, afirma Muñoz. El centro juvenil La Valponasca ha creado una red de información de las diferentes necesidades en las poblaciones afectadas.

La comunidad ha llevado ropa y artículos de primera necesidad a la zona 0 con la mediación de las fallas del barrio. Además, alumnos de Bachillerato se están encargando de recoger y clasificar alimentos y productos de higiene para que Cáritas pueda distribuirlos.

De la mano de la ONG Vides, se organizó un taller solidario para crear llaveros con forma de gorro y venderlos con el objetivo de ayudar a los afectados por la DANA. “Seguiremos haciendo propuestas para conseguir fondos, como almuerzos solidarios u otras actividades, protagonizadas por los alumnos y destinatarios del centro juvenil”, promete la directora de la comunidad FMA.

La casa de las Salesianas en Valencia ha abierto sus puertas de par en par. Por un lado, la comunidad ha acogido a voluntarios de Madrid que han venido ayudar y ha ofrecido un techo a las personas damnificadas: “En este momento, está con nosotras uno de los educadores del proyecto socioeducativo, que reside en Paiporta”, cuenta Muñoz. Por otra parte, tal como cuenta, “en el centro estamos acogiendo a los alumnos de los pueblos que se han quedado sin colegio. Están llegando solicitudes y hasta el momento se está recibiendo a todos los alumnos que lo han pedido; principalmente son de Infantil y de Primaria”.

Ante la catástrofe humanitaria, el departamento de orientación acompaña psicológica y pedagógicamente a los niños más afectados, así como al resto del alumnado. “Se ha dedicado espacio para hablar de lo ocurrido y dejar que los niños expresen interrogantes y miedos”, matiza la salesiana.

Ayuda, acompañamiento y también oración. “En todos los cursos se ha tenido una oración especial por los damnificados, en varias ocasiones, en el momento de los ‘Buenos días’. Los niños han realizado dibujos y han enviado mensajes a las familias afectadas”, expone la directora de la comunidad FMA de Valencia. “El primer día del centro juvenil tras el puente de los Santos, hicimos un gesto recordando a los damnificados, oración y silencio, en lugar de comenzar con bailes, como hacemos todos los viernes”, añade.  También se convocó a todos los proyectos de la casa para vivir un momento de oración el martes 12 de noviembre: “Rezamos por cada uno de los pueblos afectados y sus gentes”, asegura Muñoz.

En todos los cursos se ha tenido una oración especial por los damnificados

 

SUECA

“En Sueca no tenemos muchos daños, pero muchos amigos y familiares se han quedado sin nada. El dolor en este momento sigue, por lo perdido y por el futuro un poco incierto”, expresa Mercedes Aldaz, directora de la comunidad FMA en la capital de la Ribera Baixa.

Cuando se retomaron las clases días después de la tragedia, “comenzamos la jornada con una oración, que nos ayudara a expresar todos los temores y el dolor”, cuenta Aldaz. En el recuerdo, las personas afectadas y las víctimas.

“Como Colegio y Familia Salesiana, nos unimos y damos lo mejor de nosotros mismos para que nuestro lema, ‘Confía’, sea una realidad”, añade la salesiana. Por eso, se puso como ejemplo a San Juan Pablo II, transmitiendo el mensaje de que “la confianza es la base de un mundo más humano”.

Confianza que han recibido los cuatro alumnos acogidos en Salesianas Sueca después del cierre de sus centros escolares de origen. El colegio les ha dado uniformes y material escolar, e incluso alguno se queda en el comedor. Los profesores están implicados en su integración. Del mismo modo, “se está trabajando en el seguimiento emocional con el alumnado, el profesorado y las familias”, cuenta Aldaz.

Hay una colaboración constante con VIDES, para que la ONG canalice los donativos procedentes de toda la comunidad educativa.

Como Colegio y Familia Salesiana, nos unimos y damos lo mejor de nosotros mismos para que nuestro lema, ‘Confía’, sea una realidad

 

TORRENT

El ahora por desgracia conocido barranco del Poyo, desbordado por las intensas lluvias del 29 de octubre, pasa por Torrent. De hecho, es también llamado barranco de Torrente. En este municipio de la comarca de l’Horta Sud, las Hijas de María Auxiliadora tienen un colegio. Sin grandes daños materiales que lamentar, los esfuerzos se han puesto en estar unidos y en dar apoyo a quienes se han visto más afectados por esta tragedia, especialmente algunas familias del centro. La fe, la esperanza y la caridad sostienen a todos.

El colegio reabrió sus puertas el lunes 11 de noviembre, casi dos semanas después de la DANA, aunque volvió a cerrar dos días de manera preventiva ante la amenaza de nuevas lluvias intensas. “El ambiente es sereno. Los niños necesitaban volver a la normalidad”, asegura María Ángeles Cano, directora de la comunidad FMA en Torrent.

Cuatro niños han llegado al centro tras la suspensión de la actividad escolar en las zonas más devastadas. El equipo docente dispone de una guía para el apoyo emocional en situaciones difíciles. Este manual incluye consejos para acompañar el duelo, pautas para generar un ambiente estable y dinámicas para trabajar con el alumnado en las clases.

Desde el primer momento, en colaboración con la Fundación María Auxiliadora, se dio apoyo a las familias realojadas en un polideportivo y varias personas voluntarias se ofrecieron para el reparto de la ayuda. Tras la vuelta a las clases, se organizaron varias celebraciones en la capilla. También han hecho un llamamiento a la sensibilización y a la solidaridad, con una gran respuesta por parte de todos. La Fundación María Auxiliadora se ha puesto en marcha para colaborar con familias de Torrent con acciones concretas, como la adquisición de vales de supermercado, las ayudas para la compra de electrodomésticos, las ayudas para la compra de material escolar y ropa o el pago de alquileres y suministros, entre otras.

El ambiente es sereno. Los niños necesitaban volver a la normalidad

 

De toda España a Valencia

La solidaridad con Valencia desde otras casas de las Salesianas en España no cesa. Son innumerables las iniciativas emprendidas para seguir ayudando a las poblaciones afectadas por la DANA del pasado mes de octubre.

Una de las principales acciones es la recogida de alimentos, productos de primera necesidad y otros materiales. Así ha sucedido en casas como Utrera, Jerez, Rota o Villaamil, entre otras. En Marbella II, la Asociación de Exalumnos se ha volcado con la causa. En León, se han habilitado una urna para recaudar fondos y un espacio para donar material. En Alicante, han hecho acopio de botas, mascarillas y productos de limpieza para llevar a la vecina Valencia.

Los eventos solidarios se han extendido por las casas de las Salesianas del país: el Festival Esperanzarte y el mercadillo de juguetes en Zaragoza, el desayuno solidario en Marbella II, la Flor de Pascua en Salamanca, el bingo solidario en León, la venta de bocadillos en Écija, las rifas en Emilio Ferrari y las chuches solidarias en las casas de María Auxiliadora de Las Palmas, El Plantío y Vigo, entre otras muchas más acciones.

Los gestos conmemorativos se han visto en casas como las de San Juan Bosco-Árbol Bonito de Las Palmas, Terrassa o Villaamil, lugar este último donde se desplegó una lona con el lema ‘Fuertes en la adversidad. Unidos en la solidaridad’.

Y, por supuesto, no falta la oración. Un testimonio de fe que se ha dado en casas como las de Valdepeñas, María Auxiliadora de Las Palmas, Utrera, El Plantío, Salamanca o Jerez. Como expresan desde esta última casa, la mirada se dirige al Señor “para pedir fortaleza, consuelo y esperanza ante tanto dolor y sufrimiento”.

 

Las ONGD de las Salesianas, canalizadoras de la solidaridad

Las tres ONGD de las Salesianas en España están recibiendo donativos para ayudar a las zonas afectadas por la DANA. Hasta ahora, han obtenido más de 30.000 euros, que pondrán a disposición de Cáritas.

También la Fundación María Auxiliadora trabaja por este fin. Se ha establecido como objetivo recaudar 15.000 euros para paliar las necesidades de los damnificados.

“La Fundación María Auxiliadora se ha convertido en un faro de esperanza, movilizando a jóvenes, educadores y voluntarios en una respuesta inmediata y llena de cariño. Inspirados por los valores de Don Bosco y Madre Mazzarello, cada persona ha puesto su corazón para ayudar a los más afectados, impulsada por el amor y el servicio que caracterizan a esta familia salesiana”, expresan desde la entidad.

“Jóvenes y educadores, con sus manos y sus corazones abiertos, han promovido una cultura de ayuda y colaboración que surge del amor al prójimo. Este compañerismo y la unión de toda la comunidad bajo el lema #elpoblesalvaalpoble refuerzan el sentido de pertenencia y construyen un entorno donde todos se sienten acompañados y valorados”, añaden.

“En cada gesto, la Fundación María Auxiliadora nos muestra el poder de la solidaridad para transformar la realidad y llevar esperanza a quienes más lo necesitan”, concluyen.